
La última vez que la vi en flor fue en Pineda de Gigüela el 1 de mayo de este año. Gerardo Serrano, la persona que mejor conoce la naturaleza alcarreña conquense, me acercó hasta su ubicación al lado de sus colmenas. Probablemente a estas alturas de la temporada sus flores habrán sido polinizadas y sus frutos estarán repletos de semillas, de manera que, para verla en flor tendremos que esperar a la temporada que viene. Aún así, quería comenzar esta nueva etapa de nuestra web con la que, por su inflorescencia densa, sus flores grandes y el ornamento que exhibe en el labelo, es la orquídea de floración más vistosa de nuestra provincia.
Orchis purpurea Hudson crece en buena parte de la Península Ibérica caliza, asociada a los matorrales de degradación de encinares, quejigares y coscojares aunque no desdeña cunetas y cultivos de leñosas abandonados. Su distribución se concentra sobre todo en el norte, en las provincias de Burgos, Álava, La Rioja, Navarra y Huesca, en Andalucía, Aragón, Cataluña y la región Valenciana aparece mucho más dispersa (http://www.anthos.es)

En la provincia de Cuenca sólo la hemos encontrado creciendo en estos ecotopos sobre margas yesíferas y calizas en municipios de la Alcarria: Huete y Pineda de Cigüela, también hay una referencia confirmada de Valparaíso de Arriba. No tenemos referencias de que lo haga en la Alcarria de Guadalajara, aunque es probable que futuras prospecciones desvelen su presencia tanto allí como en otros municipios conquenses.

Es una orquídea robusta que puede medir hasta 90 cm de altura, por tanto en pleno desarrollo no tendremos ningún problema para localizarla.

La floración tiene lugar de abajo a arriba, cuando comienza la antesis y las flores superiores todavía no han abierto la inflorescencia tiene el aspecto de estar quemada, algo parecido a lo que le ocurre a Orchis ustulata.

Como ocurre en su pariente cercano, Orchis militaris, en el labelo surgen pequeños mechones de pelos que estimulan las sedas abdominales de abejas y abejorros cuando se posan sobre la flor, invitándoles a permanecer el tiempo necesario para realizar la polinización.
